
A finales del mes pasado La Voz de los Sin Voz [Voice of the Voiceless], una organización cristiana que defiende a las personas que abandonaron la homosexualidad contó de cómo Jesucristo cambió a Trace McNutt, sin embargo, su vida está siendo perseguida por sus antiguos amigos y miembros de la comunidad LGBT.
McNutt, cuenta que creció en un hogar religioso, pero disfuncional. Sufrió abuso físico y sexual durante la niñez y la adolescencia. En el vídeo publicado en Internet, dice que siempre se sintió “diferente” por lo que recibió muchas amenazas de sus colegas. Llegó a la necesidad de ser “escoltado” regularmente por el director de la escuela para poder llegar a las aulas. “Me golpeaban todos los días”, se lamenta.
Al terminar los estudios de secundaria, comenzó a colaborar con el estilo de vida sexual. “Me obsesioné con la aparente belleza de la comunidad gay. Decidí que sería una drag queen. Encontré fascinante como esos hombres iban detrás del escenario y llevaban maquillaje y pelucas para convertirse en otra persona totalmente diferente”.
McNutt, vio esto como una oportunidad única de ser aceptado por la gente. “Decidí que iba a hacer una versión satánica… una drag queen”, señala. Usando el nombre artístico de Coma, comenzó a recibir una gran cantidad de atención por su excéntrica visualidad. Inspirado por grupos conocidos por su implicación con el satanismo como KISS y Marilyn Mason, McNutt, se hizo varios tatuajes y comenzó a usar lentes de contacto, lo que le daba un aspecto “demoníaco”.
En sus presentaciones, utilizaba como pista el heavy metal y pronto llegó a la fama deseada. Pero su vida también fue muy promiscua y una fuerte implicación con las drogas. En poco tiempo había perdido todo. Así comenzó a vivir en la calle por un tiempo. Más tarde, descubrió que era VIH positivo. Su vida parecía haber terminado. Más de una vez intentó suicidarse, pero acabó sobreviviendo.
Sin embargo, hace unos años se reunió con un conocido que le invitó a asistir a un seminario sobre la homosexualidad a la luz del cristianismo. Después del evento que se celebró en la iglesia, McNutt, comenzó a asistir a los servicios religiosos, para tomar la decisión más importante de su vida: creer en Jesús.
“Salí de la comunidad gay. Dejé de usar maquillaje, abandoné mis fantasías. Cancelé todas mis citas. Estaba empezando a transformarme visualmente y espiritualmente”, recuerda.
Sin embargo, en poco tiempo, comenzó a ser perseguido por la comunidad homosexual. Incluso recibió amenazas de muerte. “Uno de ellos dijo que iba a poner una bala en mi cabeza porque había traicionado a mi gente”, dice.
Sin embargo, en poco tiempo, comenzó a ser perseguido por la comunidad homosexual. Incluso recibió amenazas de muerte. “Uno de ellos dijo que iba a poner una bala en mi cabeza porque había traicionado a mi gente”, dice.
McNutt, actualmente está casado con una mujer y ha formado una familia. Tiene un trabajo secular, pero ofrece consejos para a los gays y ex gays a través de Internet. En el 2011 publicó un DVD que narra la historia de su vida. Uno de los más llamativos testimonio de McNutt, es que él se hace exámenes regulares, pero los médicos no han encontrado signos de SIDA en su cuerpo. Para él esto es sólo otra de las bendiciones por haber entregado su vida a Jesucristo.
El primer Premio Anual Courage, fue creado por la Asociación Americana de Padres y Amigos de Ex-Gays y Lesbianas y la Voz de los Sin Voz (por sus siglas en inglés: VoV). Christopher Doyle, co-fundador y actual presidente de VoV, entregará el premio a McNutt. “Se necesita mucho coraje para un ex-gays, como McNutt, contar su historia, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que aporta el desprecio y castigo de sus antiguos amigos…”.
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