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Venciendo la Tentación
Cuando decidí entregar mi vida a Cristo, me habría encantado que el Espíritu Santo me hubiese puesto una vacuna contra el pecado y ¡listo! No lo ofendería nunca más. Pero no fue así. Aunque tengamos claras nuestras convicciones, por lo general somos débiles ante pensamientos que eventualmente nos llevan a ver o a cometer acciones impuras a nivel sexual.
No es fácil
Tal como tú, creo que no es una tarea fácil el tener autocontrol y vencer la tentación cuando se presenta, pero déjame darte un ejemplo que encuentro en la Biblia de que sí se puede vencer.
José: En el libro de Génesis y a partir del capítulo 37 encontramos la historia de José. En un momento de su vida, fue vendido como esclavo a Potifar (oficial del Faraón), y luego llegó a ser el administrador de su casa. En Génesis 39:2-6, leemos que Dios estaba con José y todo lo que su mano tocaba lo hacía prosperar, por eso era hallado en gracia y tenía a su cargo todas las cosas de su amo. Realmente le muy bien, ya que no solamente a nivel material era próspero, sino que en el versículo 6 se dice que José era de hermoso semblante y bella presencia.
En los versículos del 7 al 9 se nos dice que la mujer de Potifar incitaba a José a tener relaciones sexuales con ella, pero él se negaba argumentando que así pegaría contra su Dios. A pesar que pasó un mal rato por rechazar la proposición de la esposa de Potifar y mantenerse firme en sus convicciones, al final se vio grandemente recompensado por Dios, llegando a ser gobernador de Egipto (capítulo 40).
Tres principios bíblicos
En la historia de José, encuentro tres principios Bíblicos que podemos aplicar a nuestras vidas para que cuando llegue la tentación, al igual que él, podamos vencerla.
Mantente cerca de Dios. Nuestra vida definitivamente debe estar rendida a Dios. “Mas EL SEÑOR estaba con José…”(v2) Esto nos lleva a entender que llevaba una vida de comunión íntima con Dios y buscaba día a día hacer su voluntad, sabía lo que le agradaba y lo que no, puesto que cuando se le presentó la oportunidad de tener relaciones con la esposa de Potifar exclamó ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?La única forma de tener certeza de actuar conforme a la voluntad de Dios, es conocerle, es interiorizar y poner en práctica lo que él nos ha mandado a través de su Palabra.
No bajes la guardia. Aunque a José le iba muy bien y tenía éxito en todo lo que hacía y hasta físicamente era de buen parecer, nunca se dejó llevar por todas estas “distracciones”, ni se confió; siempre se mantuvo firme en su fe y con temor de Dios. sabía que en el momento en que descuidara su relación con Dios, la gracia y prosperidad que le había dado, se vendrían abajo y que no iba a contar con su bendición en lo que hacía. A veces, tenemos períodos de tiempo en que todo va muy bien, y descuidamos nuestra mente, nuestras acciones, nuestra comunión con Dios.
Renuncia a estar ocioso. José siempre estaba ocupado. Trabajando con los bienes de su amo, haciendo las tareas que se le habían encomendado. No se dice explícitamente en el texto bíblico, pero es probable que en sus ratos libres también se mantuviera meditando, orando y haciendo crecer su relación con Dios, dado que sabemos que Jehová estaba con él. En el momento en que nos desocupamos y comenzamos a dejar divagar nuestros pensamientos, es cuando podría llegar la tentación y si no estamos firmes, sucumbimos ante ella. Ocuparnos de las cosas de Dios nos mantiene alertas, vigilantes y atentos a las consecuencias de nuestros actos
¡Ten valor!
Aunque la tentación sea muy grande y nuestros actos parezcan estar justificados, lo cierto es que solamente si confiamos en Dios y le pedimos ayuda para controlar el área sexual de nuestra vida, promete darnos la fuerza que requerimos para que sea plena en el momento que corresponda y sin mancha, honroso y agradable a Sus ojos y a los ojos de los demás. 2 Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
La historia de José nos muestra que si permanecemos cerca de Dios lograremos vencer las tentaciones sexuales y que recibiremos grandes recompensas por nuestra pureza de mente, cuerpo y corazón.
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